miércoles, 20 de marzo de 2013

Juego de niños. BESOS DE GRANDES.

Hay momentos en los que cuesta acordarse de todos los detalles que alguien pudo tener contigo. Porque por mucho que lo recuerdes hay cosas que hicieron por ti que nunca podrás saberlas, o pueden ser tantas que es fácil perder la cuenta y aunque puede que eso solo haya sido un juego de niños significó una de las cosas más grandes que he experimentado en mi vida.  



¿Cuántos años teníamos? Cómo 10 años, éramos como unos recién nacidos para la vida que nos esperaba. Desde que nos vimos fuimos amigos, o por lo menos así siempre lo vi yo. Era tan inocente, y no he conocido a alguien con sentimientos tan lindos y un corazón tan real, con unos latidos tan fuertes capaces de contarme todo lo que él sentía por mi. Es increíble como sus sentimientos hacia mi no cambiaron a través de los años y las malas influencias. Era de los amigos con los que podía hablar cosas coherentes y era también, de los que sabía escuchar. Nuestra amistad se mantuvo con el paso de los años y a pesar que nuestros círculos sociales casi nunca coincidían, recuerdo que siempre había una conversación para recordar los buenos amigos que éramos. No importó cuantas veces me dijeron que le gustaba, para mi él nunca dejaría de ser mi amigo. Y tal vez fue que nunca insistió en conquistarme que yo nunca lo tomé en serio, o tal vez ambos sabíamos que una amistad valía mucho más. Y no fue hasta después de casi toda la secundaria que lo nuestro empezó. 
El último año de colegio es como un amor de verano: pasan cosas increíbles que no duran para siempre pero los recuerdos te acompañan toda la vida. ¿Y cómo empezó nuestra historia? Para mi con un abrazo, que sólo él y yo podemos recordar, porque en ese momento nadie nos miraba, sólo existíamos nosotros: unos viejos amigos que se reencontraban. Para él, con un beso. Comienzo de otoño, vidas distintas que empezaban a encontrar un nuevo camino en común. Yo no sé cómo ni por qué pero esta vez decidió aventurarse hacia mi, y tratar de conseguirme. Para él no existieron límites esta vez, ni nuestra amistad pudo detenerlo. A pesar de impactarme con sus detalles, yo no vi más allá de una amistad. Yo todavía no podía ver su alma y sus ganas de hacerme feliz. Para él fue un gran intento, pero un intento fallido. Sin embargo, cada detalle fue despertando algo en mi, algo que no sería capaz de describir. Fue entonces cuando me di cuenta que yo sentía lo mismo por él y darnos una oportunidad, una única y última oportunidad fue algo que le dio un giro a lo último que me quedaba de mis 16. No fue un largo tiempo el que estuvimos juntos pero saber que terminaría nos hizo vivir cada instante al máximo. Él nunca dejo de enamorarme, nunca. Y la verdad es que si pudiera volver el tiempo atrás no cambiaría absolutamente nada, aveces pienso que debí fijarme en él desde que él se fijo en mi pero tal vez eso no cambie nada. Luego de separarnos nuestras vidas cambiaron a direcciones muy opuestas, y desde entonces no he vuelto a saber de su vida pero estoy segura que lo único que le esperaba era el éxito.

 Aveces me pregunto cómo es que alguien que esperó tanto por estar junto a ti puede dejar irte y no volverte a buscar. Pero el dejarme ir fue lo que abrió la puerta hacia mis sueños y mis metas. Tantos años han pasado y aunque se que algo queda en nosotros que estaba el día en que nos conocimos, nada nunca volvería a ser igual. Tal vez algún día una nueva historia nazca. Porque la vida esta llena de eso, nuevas historias. Totalmente diferentes una de la otra. Aprecia cada detalle, cada persona y su corazón, porque cada uno es único y entrarán a tu vida personas por una razón, estación o si tienes suerte, para siempre. Él me dejó seguir la brisas de mis sueños, y es que así como no te gustaría tener obstáculos en la vida, aprende también a no ser el obstáculo en la vida de alguien. Recuerda que hay espacio suficiente en el cielo para el brillo de cada estrella. Y se valiente como él para saber dejar ir algo que parece tuyo, no te arrepentirás si sabes que diste todo de ti que no hay algo que te faltara decir. Todo dura por tiempo limitado, pero la satisfacción y felicidad se quedarán como recuerdos por toda tu vida eso es algo que no tiene precio. Yo aprendí a dejar ir pero también a valorar mientras esté conmigo. ¿Tú qué piensas hacer?